martes, 16 de noviembre de 2010

Un proyecto introduce extractos naturales en envases de plástico para alargar la vida de los alimentos frescos

Siete centros tecnológicos españoles están desarrollando una investigación sobre la aplicación de elementos naturales en los métodos de conservación de los alimentos. De esta forma, extractos de uva, ajo, cebolla, tomate, algas y olivas introducidos en los plásticos de los tradicionales envases permiten alargar, como mínimo, un diez por ciento la caducidad de los alimentos frescos.

El proyecto persigue obtener envases de plástico flexibles, con efecto antimicrobiano o antioxidante, que logren una mejor conservación de alimentos como pescados, quesos, embutidos, carnes rojas, frutas o verduras.

Los investigadores han descubierto que uno de los alimentos más perecederos con los que han trabajado, como pueden ser lonchas de jamón de york, duran entre 10 y 15 días con un envase normal, mientras que si se aplican estos extractos al plástico que lo recubre, su vida útil se prolonga dos o tres días, lo que supone un gran avance en este campo

Por el momento, los investigadores están evaluando qué tipo de extractos son más adecuados para la conservación de cada alimento con el fin de ralentizar por ejemplo su oxidación y evitar que transfieran aroma a los alimentos.

También han descubierto que algunos de estos aditivos que se añaden al plástico que recubre los alimentos son termosensibles, por lo que están aplicando una nueva tecnología, llamada microencapsulación, que protege ese extracto -ya sea ajo, cebolla, uva o tomate- con una cubierta polimérica.

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