El grupo industrial de derivados de plásticos Sphere ha desarrollado una nueva bolsa de plástico elaborada de polietileno vegetal a partir de bioetanol de caña de azúcar que evitará la emisión de hasta 78.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.
Según los cálculos facilitados por la empresa, entre 15.000 y 20.000 toneladas de bolsas de polietileno vegetal podrán reducir las cifras de contaminación respecto a las bolsas de polietileno fósil (las bolsas de plástico tradicionales), una cantidad equivalente a un coche que emita 125 gramos de CO2 por kilómetro durante 15.600 veces la vuelta al mundo.
El Polietileno Vegetal es el primer bioplástico con producciones industriales que permite absorber carbono y que presenta un potencial de reducción de gases de efecto invernadero. Concretamente está fabricado con etanol a base de caña de azúcar y para determinadas aplicaciones, también, con fécula de patata.
La fécula de patata da elasticidad, opacidad y textura, mientras que la caña de azúcar permite obtener las mismas propiedades mecánicas que una bolsa de polietileno fósil. Además, la caña de azúcar es una fuente de carbono natural que contribuye a reducir más CO2 en la fase de crecimiento que otras plantas productoras de etanol, y tiene un rendimiento de 2 toneladas de polietileno vegetal por hectárea, aproximadamente de 5 a 10 veces más que otras plantas que producen etanol.
Sphere asegura que las bolsas de este material se adaptan a todas sus utilizaciones actuales, como las bolsas de basura, de congelación o el filme transparente, y mantiene las mismas propiedades técnicas equivalentes a las de polietileno de carbono fósil, como la transparencia, la opacidad, el brillo o los colores y es apto para alimentación.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario